¿Qué es un imán?
Un objeto que es capaz de producir un campo magnético y de atraer a los polos opuestos y repeler a los polos iguales.
Tipos de imanes
Existen tres tipos de imanes, que son los siguientes:
Imán permanente
Imán temporal
Electroimanes
Te recomendamos leer: El uso de los imanes en nuestra vida cotidiana
Imán permanente
Los imanes permanentes son aquellos imanes que se utilizan habitualmente. Se les conoce como imanes permanentes porque no pierden su propiedad magnética una vez magnetizados.
A continuación se detallan las formas de desmagnetizar los imanes permanentes:
Exponer los imanes a temperaturas extremas.
La atracción magnética entre los átomos del imán se afloja cuando se les golpea.
Acariciar un imán con el otro de forma inadecuada reducirá la fuerza magnética.
Hay cuatro tipos de imanes permanentes:
Cerámicos o de ferrita
Alnico
Cobalto de samario (SmCo)
Neodimio Hierro Boro (NIB)
Imán temporal
Los imanes temporales
Pueden magnetizarse en presencia de un campo magnético. Cuando se retira el campo magnético, estos materiales pierden su propiedad magnética. Los clavos de hierro y los clips son ejemplos de imanes temporales.
Electroimanes
Los electroimanes están formados por una bobina de alambre enrollada alrededor del núcleo metálico de hierro. Cuando este material se expone a una corriente eléctrica, se genera un campo magnético que hace que el material se comporte como un imán. La fuerza del campo magnético puede controlarse mediante el control de la corriente eléctrica.
El magnetismo
El magnetismo es la fuerza que ejercen los imanes cuando se atraen o repelen. El magnetismo está causado por el movimiento de las cargas eléctricas.
Toda sustancia está formada por pequeñas unidades llamadas átomos. Cada átomo tiene electrones, partículas que llevan cargas eléctricas. Los electrones giran como peonzas alrededor del núcleo del átomo. Su movimiento genera una corriente eléctrica y hace que cada electrón actúe como un imán microscópico.
En la mayoría de las sustancias, un número igual de electrones giran en direcciones opuestas, lo que anula su magnetismo. Por eso se dice que materiales como la tela o el papel son débilmente magnéticos. En sustancias como el hierro, el cobalto y el níquel, la mayoría de los electrones giran en la misma dirección. Esto hace que los átomos de estas sustancias sean fuertemente magnéticos, pero aún no son imanes.
Para magnetizarse, otra sustancia fuertemente magnética debe entrar en el campo magnético de un imán existente. El campo magnético es el área que rodea a un imán que tiene fuerza magnética.
Todos los imanes tienen polos norte y sur. Los polos opuestos se atraen, mientras que los polos iguales se repelen. Cuando se frota un trozo de hierro a lo largo de un imán, los polos que buscan el norte de los átomos del hierro se alinean en la misma dirección. La fuerza generada por los átomos alineados crea un campo magnético. El trozo de hierro se ha convertido en un imán.
Algunas sustancias pueden ser magnetizadas por una corriente eléctrica. Cuando la electricidad pasa por una bobina de alambre, produce un campo magnético. Sin embargo, el campo alrededor de la bobina desaparece en cuanto se apaga la corriente eléctrica.
Importancia de los imanes
Los imanes son una de las cosas que utilizamos en el curso diario de nuestras vidas. No hace falta decir que desempeñan un papel muy importante en nuestras vidas. Debido a sus propiedades magnéticas, las industrias ofrecen imanes para diversos usos. Por ejemplo, imanes, ordenadores, máquinas de resonancia magnética, juguetes, tarjetas de crédito, etc. Se utiliza en varios dispositivos como los que usamos a diario. Existen tipos de imanes permanentes y temporales según sus propiedades magnéticas y su composición. También se dividen en imanes y electroimanes. Algunos imanes son visibles en los dispositivos en los que se utilizan, mientras que otros imanes se fijan en el interior de los dispositivos.
Te invitamos a leer: El uso de los imanes de neodimio en las computadoras
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